Para ejecutar la Adho Mukha Svanasana, comienza en una posición de cuatro patas con las manos alineadas directamente debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas. En una exhalación, levanta las caderas hacia el cielo, extendiendo las piernas y los brazos, y formando una V invertida con el cuerpo. Los pies deben mantenerse a la anchura de las caderas, y las manos un poco más anchas que los hombros, garantizando un equilibrio óptimo al distribuir el peso entre las manos y los pies.

Esta asana trae consigo innumerables beneficios para la salud. A nivel físico, fortalece brazos y piernas, estira los hombros, los isquiotibiales y los gemelos, optimiza la digestión y alivia el dolor de espalda. Además, como postura invertida, ayuda a aumentar la circulación de la sangre en el cuerpo, especialmente hacia el cerebro, lo que puede mejorar la concentración y reducir el estrés, convirtiéndola en una excelente elección para las prácticas de mindfulness y bienestar.

Desde un punto de vista mental y emocional, Adho Mukha Svanasana es una postura que fomenta la calma y la concentración. Es una asana ideal para practicar cuando te sientes agobiado o estresado, ya que puede contribuir a aclarar la mente y centrar la energía, promoviendo así un estado de tranquilidad y serenidad.
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